Jorge Abarca
CONSUMO RESPETO
A nuestro modo de ver es necesario comprender los fundamentos teóricos que llevaron a José Piñera a crear un nuevo sistema de pensiones, inédito en el mundo; y el porqué de su estruendoso fracaso.
La implementación del actual sistema de pensiones, de capitalización individual, que ya lleva más de 35 años de vigencia en nuestro país, decididamente ha resultado ser un fracaso, ya que las pensiones que reciben sus afiliados están muy por debajo de las previsiones y expectativas que sus autores aseguraban. Afortunadamente para nuestro análisis, durante estas cuatro décadas han convivido el antiguo sistema de pensiones, administrado por un servicio público, denominado Instituto de Previsión Social (IPS); y el actual sistema, administrado por instituciones privadas denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), lo que nos permite comparar los resulta-dos objetivos de cada sistema, a través de las pensiones que entregan.
A nuestro modo de ver es necesario comprender los fundamentos teóricos que llevaron a José Piñera a crear un nuevo sistema de pensiones, inédito en el mundo; y el porqué de su estruendoso fracaso. Ello nos permitirá tener elementos de juicio que nos ayuden a evaluar nuevas pro-puestas como las que se han presentado en este último tiempo. Fundamentos Teóricos José Piñera al analizar el antiguo sistema, que él calificaba de fraude, señalaba que su fracaso se debía a que se estaban violando las leyes de la naturaleza humana, por lo tanto, no era posible mejorarlo, era necesario cambiarlo desde sus cimientos.
“Ninguna reparación o correctivo podía salvar al antiguo sistema, cuyo pecado original era en definitiva -al romper la conexión entre aportes y beneficios- violar las leyes de la naturaleza humana” (1) Según Piñera, es propio de la naturaleza humana esforzarse para obtener un beneficio, ahora bien, si este beneficio no depende del esfuerzo del trabajador, naturalmente, éste no hará nada por obtenerlo o mejorarlo. “El sistema de capitalización individual es el único que relaciona los beneficios que el sistema proporciona con los esfuerzos que realicen los trabajadores. (2) Esta es la lógica sobre la cual se construye la teoría que justifica el sis-tema de capitalización individual. Sin embargo este principio omite algo fundamental; ya que en la realidad laboral quién más se esfuerza o trabaja, no siempre es el que obtiene la mayor recompensa o el mejor sueldo. De la premisa planteada por José Piñera, se desprende, que quién ha recibido en su vida laboral un sueldo indigno, es porque no se ha esforzado, por lo tanto, corresponde que reciba una pensión indigna. Esta visión, sin embargo, no tiene en consideración que el objetivo de cualquier sistema de pensiones es entregar jubilaciones que permitan vivir con dignidad a quién se acoge a retiro, de lo contrario, deja de tener sentido obligar a los trabajadores imponer para recibir jubilaciones de hambre.
Administración de los Fondos de Pensiones Los creadores del actual sistema, parten de la convicción de que las empresas privadas administran mejor los recursos que las empresas estatales. Es por ello que los fondos, de propiedad de los trabajadores, son administrados por empresas privadas. Esta convicción, sin embargo, no toma en cuenta la naturaleza de los empresarios; pues, siempre privilegiarán sus ganancias por sobre cualquier otra consideración, sea esta ambiental, social o de otra naturaleza, como ha quedado ampliamente demostrado en nuestro país. Todas estas conductas están gatilladas por la codicia, presente en la mayoría de los empresarios. El problema central, sin embargo, es que cuando la codicia se manifiesta en empresarios con un gran poder económico, se transforma en un peligro para la sociedad, ya que el poder empresarial, presionará a las autoridades para generar políticas e iniciativas legales que favorecen sus intereses, los cuáles, generalmente, son opuestos al interés general. Las presiones ejercidas por los empresarios, en materia de previsión social, surtieron efecto, así lo demuestran los hechos. Las denuncias realizadas por Gino Lorenzini (3), en este sentido, son elocuentes, nos referiremos a algunas de ellas: Las presiones ejercidas por las AFP lograron su primer efecto en el año 1999. Antes de ese año, si los fondos de los trabajadores obtenían pérdidas, éstas debían ser compensadas en un 100% por las AFP. Durante el gobierno de Frei Ruiz Tagle se modificó la ley permitiéndoles a las AFP no compensar las pérdidas sufridas en los fondos de pensiones; lo que significó que los fondos de los trabajadores se vieran considerablemente disminuidos.
Durante el gobierno de Lagos se realiza otra modificación a la ley que afecta negativamente los fondos de los trabajadores. Antes del año 2002 las AFP no cobraban comisiones a los trabajadores cesantes, sin embargo con la ley 19.795 se le permite, a las AFP, cobrar a los cesantes comisiones sobre el fondo acumulado, lo que generó una disminución en sus fondos previsionales. Los favores otorgados a los dueños de las AFP, han tenido como consecuencia, por una parte, disminuir paulatinamente las pensiones de los trabajadores y, por otra parte, aumentar considerablemente la rentabilidad de las AFP. Estas consecuencias suman y siguen, independientemente del gobierno de turno. En el primer gobierno de Bachelet se bajaron artificialmente las pensiones que se otorgaban con la modalidad de retiro programado, con el objeto de favorecer a las aseguradoras. Antes del 2008, por ley, el retiro programado calculaba la pensión en base a la rentabilidad pro-medio del fondo E. Sin embargo, en dicho gobierno, se le entregó la facultad de fijar esta rentabilidad a la Super-intendencia de Pensiones, lo que significó, en la práctica, que las pensiones, con la modalidad de retiro programado, bajaran bruscamente. Esta medida tuvo como consecuencia el aumento de los jubilados que optaron por la renta vitalicia. En el gobierno de Sebastián Piñera, la multa a beneficio fiscal por déficit diario del encaje, se modificó. Antes del 2011, la magnitud de esta multa correspondía a la totalidad del déficit, es decir al 100%; con la Ley Nº 20.552, se deja a criterio de la Superintendencia de Pensiones fijar el monto de dicha multa, pudiendo bajarla del 100% al 1%. Por lo tanto las AFP que incumplían con la rentabilidad promedio, podían verse liberados del pago de la multa.
Como podemos apreciar, los empresarios siempre van a intentar maximizar sus ganancias, presionando a las autoridades de gobierno para lograr mayores beneficios, sin importar el daño que puedan ocasionar. Resultados Concretos El análisis de la realidad nos permite afirmar, que las pensiones obtenidas en el IPS son, a lo menos, el doble de las otorgadas por las AFP. Esto es lo concreto, al margen de las explicaciones o justificaciones que se puedan esgrimir. Tenemos ejemplos de jubilados que lograron cambiarse al sistema de pensiones antiguo (administrado por el IPS) obteniendo una pensión el doble de la que le habían calculado en la AFP en la cual cotizaban. Muchos son, los afiliados a las AFP, que han tratado de cambiar-se al antiguo sistema, por el mayor monto de las pensiones que este sistema ofrece, sin lograrlo, ya que los requisitos que se exigen tienen por finalidad dificultar al máximo el traspaso, contra-viniendo la libertad de elección tan fuertemente propiciada por los impulsores del sistema de AFP.
Los cálculos que realizaba José Piñera en torno a las pensiones que recibirían los trabajadores que cotizaran en las AFP era el siguiente: “…nuestros cálculos indicaban que ahorrando mensualmente un 10% de la remuneración, las pensiones podrían alcanzar a montos equivalen-tes al 70% de ella al final de la vida de trabajo.” Tenemos testimonios de jubilados, que fueron obligados a cambiarse a las AFP, bajo amenaza de despido. Después de 35 años de imposiciones, sin lagunas; hoy tienen una jubilación cercana al 20% de su último sueldo imponible. La evidencia nos permite afirmar que el sistema de AFP es un fracaso rotundo, ya que somete a la inmensa mayoría de sus pensionados a bajar su presupuesto familiar hasta en un 80%, sometiéndolos, de un día para otro, a la extrema pobreza. Sin embargo es necesario tener presente que el principal problema del sistema de capitalización individual, no radica en estas modificaciones legislativas, sino que más bien radica en el he-cho de no considerar el pecado original que la vio nacer, cual es la naturaleza del empresario.
Éste, como hemos señalado, privilegiará siempre su propio interés. La realidad no hace más que confirmar este pecado original que se da especialmente cuando las actividades privadas no están sometidas a un adecuado control por parte de las autoridades; esto se complica, aún más, cuando las propias autoridades defienden el interés privado dejando de lado el interés general, como ha quedado en evidencia al analizar los cambios realizados a la legislación. La administración pública, en la práctica, de-muestra ser mucho más eficiente que la administración privada. Probablemente sería una buena medida permitir, a los afiliados de las AFP, cambiarse al sistema antiguo administrado por el IPS, eliminando las trabas que lo hacen impracticable para la mayoría de los cotizantes.
Esta solución permitiría reforzar una institución del Estado que ha demostrado altos grados de eficiencia y calidad en sus prestaciones, además de permitir mejorar ostensiblemente las pensiones en el breve plazo. Pero antes de pensar en un nuevo sistema de pensiones es imprescindible derribar el mito que señala: “el Estado es ineficiente”, laboriosamente introducido en nuestra población, ya que éste mito no tiene sustento en la realidad. Lo que queda claro, finalmente, es que los sistemas de previsión social deben ser administrados por el Estado, a pesar de las deficiencias que éste pueda presentar; pues, la previsión social, en manos del Estado, elimina el factor que más atenta en contra del bien social, la codicia, tan fuertemente presente en el gran empresaria-do de nuestro país. CR.
El problema central, sin embargo, es que cuando la codicia está presente en empresarios con un gran poder económico, se transforma en un peligro para la sociedad, ya que el poder empresarial, presionará a las autoridades para generar políticas e iniciativas legales que favorecen sus intereses…